Aproximadamente uno de cada cuatro niños en edad escolar sufre un desorden visual y en la mayoría esto se prolonga hasta la vida adulta.

Imagina la dificultad de tratar de leer palabras que se mueven, que están fuera de foco o se ven dobles.
Un paciente que presenta bajo rendimiento escolar, déficit de atención, hiperactividad, dolores de cabeza frecuentes, trastornos de lectura, dificultad para memorizar, puede tener un trastorno visual que puede rehabilitarse.
La información que recibe nuestro cerebro es visual en el 90%, y la debilidad visual puede hacer que no trabaje correctamente, afortunadamente nuestro sistema nervioso es muy flexible durante la infancia y puede cambiar para volverse más eficiente. Veo cuenta con una Terapia visual de neuro desarrollo.
La pérdida visual provoca algunas consecuencias negativas en distintos aspectos de la calidad de vida de una persona: la salud física y psíquica, su autonomía personal, su trabajo o sus estudios, las relaciones sociales y familiares, el empleo del tiempo libre y como consecuencia de todo lo anterior las expectativas del futuro.
La terapia visual, o también llamada entrenamiento visual, es un área de la oftalmología pediátrica que se encarga de desarrollar, mejor e intensificar las capacidades visuales de las personas. Es un instrumento que ha demostrado ser sumamente útil en los problemas de visión, sobre todo en los niños que presentan dificultad para el aprendizaje, ya que la mayor parte de estas dificultades se deben a una mala calidad de lectura o escritura.
Existen evidencias suficiente para demostrar que cuando se estimula la visón, el aprendizaje es más fácil, mejorando en todas las esferas del desarrollo, el comportamiento y en general el aprovechamiento escolar.
Los niños que han sufrido algún daño estructural en su ojo, y que este ha interferido con la visión como pacientes con retinopatía del prematuro, glaucoma congénito o catarata, deben iniciar un programa de rehabilitación para potencializar su visión, o en caso de que el daño haya sido severo, siempre queda un resto visual que es susceptible de rehabilitarse y poder hacerlo útil.
Los pacientes con estrabismo que tiene ambliopía u ojo flojo deben integrarse a una terapia visual que hará que la visión del ojo que no trabaja mejore hasta igualarse a la del otro.
También se recomienda una terapia para los niños que tiene graduaciones muy altas y recientemente han comenzado a utilizar los lentes pues es difícil la adaptación a una refracción tan grande.
La estimulación visual puede ser tomada por cualquier niño que requiera mejorar sus habilidades de tal manera que al entrenar y fortalecer su visión, mejorarán sus capacidades de concentración y aprendizaje.
  • Prevenir aparición de problemas en los ojos.
  • Desarrollar capacidades visuales con el objetivo de conseguir mejor rendimiento escolar y deportivo.
  • Intensificar el funcionamiento en las tareas que demandan un esfuerzo visual continuado.
  • Eliminar o compensar problemas visuales, cuando estos problemas ya están desarrollados.
Este tipo de entrenamiento consiste en fortalecer la visión mediante juegos que involucren el esfuerzo de uno o los dos ojos con filtros de luz, colores, altos contrastes, juguetes educativos especiales para desarrollo de movimientos oculares, memoria visual, coordinación fina, coordinación ojo mano, y la relación de la visión con el resto del cuerpo.
Veo Terapia visual cuenta con tres niveles de entrenamiento, dependiendo del problema visual y de la edad del paciente, será el oftalmólogo pediatra quien clasificará el tipo de dificultad del paciente, para después ubicarlo en el nivel que corresponde y en el número de sesiones que necesita.
Para ingresar a la terapia visual de Veo, es necesario acudir a la consulta de valoración para determinar si el paciente es candidato para integrarse a nuestro programa.